Los últimos adelantos de la ciencia "redescubren "
la acupuntura, terapia nacida en tiempos remotos
"La aparición de la física cuántica, la atomística, y la bioquímica moderna han redescubierto la acupuntura como ciencia básica, que integra la materia y la energía, recomenzándose un camino, que con toda seguridad ya se había andado en tiempos remotos por otros hombres que conocían el cielo y la tierra y el hombre como triada indisoluble", afirma Carlos Nogueira Pérez, director general y fundador de CEMETC (Centro de Enseñanza de la Medicina Tradicional China), en una entrevista realizada por Roberto Poti, de la Federación Argentina de Medicina China Tradicional, Acupuntura y Moxibustión.
"El integrar la acupuntura, homeopatía, naturopatía y otras técnicas manuales en los sistemas de salud, dentro de la asistencia ambulatoria, reduciría drásticamente la demanda hospitalaria, con la consecuente disminución del enorme gasto por este capítulo. Equipos multidisciplinares, dirigidos por profesionales médicos con formación holística, sería un gran aporte al sistema de salud, sobre todo en el área de medicina preventiva", agrega el profesor Nogueira en otro momento de la extensa pero esclarecedora entrevista de, por otra parte, inexcusable lectura para todos aquellos expertos, o que se inician, en la MTC.
Carlos Nogueira Pérez, maestro de incontables profesionales en España e Iberoamérica, es además autor de números libros, tanto de enseñanza de la MTC como ensayos sobre determinadas patologías, entre los cuales destaca un riguroso estudio sobre el SIDA.
¿Cómo fueron sus inicios en la Medicina Tradicional China? pregunta Roberto Poti en el inicio de la entrevista.
Primero me inicié en medicina occidental, a través de la práctica clínica, siendo enfermero y entendiendo que precisaba ampliar mis conocimientos, algo que me permitiera dar una respuesta a los múltiples interrogantes que se presentan en el entendimiento de concepto de salud y enfermedad, era indudablemente una cuestión vocacional que me llevaba a buscar fuentes de conocimiento, que me permitieran poder paliar o curar el sufrimiento de los pacientes. Ese aspecto vocacional me permitió tener una mente abierta en cuanto al análisis, y comprensión de cualquier método terapéutico que fuese útil para el fin antedicho. Por ello empecé a interesarme por otros aspectos terapéuticos no ortodoxos, sobre todo los que consideraban al ser humano como un ente holístico, regido por la ley de la relatividad y de la interdependencia, en donde todo está en todo y a su vez interacciona de tal forma que una determinada afección, puede tener una etiología diferente a la aparente manifestación orgánica.
¿Qué lo llevó a interiorizarse en la MTC?
La Medicina Tradicional China, fue ese cuerpo doctrinal que me permitió entender ese aspecto holístico que no habíamos estudiado en la facultad, ya que la enseñanza médica clásica, es de corte mecanicista, en donde la especialización, se puede extender hasta el infinito, pero no tiene en cuenta el aspecto vitalista integrativo e interdependiente de la MTC. Ese descubrimiento me permitió encontrar múltiples respuestas en la verdadera génesis de la enfermedad, que la mayoría de las veces no guarda relación con la manifestación clínica; esto es, una litiasis renal, no es tanto un problema nefrovesical, sino un trastorno en el metabolismo y/o absorción de los nutrientes, generalmente asociado a un trastorno gastro esplenopancreático.
¿Qué caminos recorrió hasta encontrar a su Maestro Nugen Van Nghi?
Hace 30 años era muy difícil entender los postulados místico filosóficos propios de la MTC . Y más, con una formación académica ortodoxa y una muy escasa bibliografía. Me acuerdo que mis libros básicos entonces, eran precisamente de dos argentino: David Sussman y Floreal Carballo, porque no había nada en España sobre el tema. Practicábamos una acupuntura muy precaria, fundamentada en el legado tradicional que había importado a Occidente Soulié de Morant y que se limitaba a una especie de Vademécum terapéutico de tipo empírico, y sin criterios biofísicos racionales, metódicos o científicos. A pesar de dicha precariedad, me sorprendió la eficaz respuesta de la acupuntura, por lo que empecé a deducir que debería existir una explicación que me permitiera integrar el concepto energético de órganos-meridianos-puntos con el aspecto bioquímico, funcional y orgánico. Entonces conocí al precursor de la acupuntura científica, el gran maestro Van Nghi con el que mantuve una larga relación académica y una amistad hasta su muerte en 1999 con 91 años. El gran maestro y entrañable amigo, fue el que entendió la medicina occidental y oriental como una Medicina Integrada con respuestas biofísicas, que permitieron tender esos puentes tan necesarios para su coexistencia y colaboración. Posteriormente su enseñanza me permitió, ya con más medios e información crear un cuerpo doctrinal integrativo que he venido en llamar Acupuntura Bioenergética.
¿Qué vivencias tuvo y tiene al adentrarse en otro paradigma de salud y armonía?
Ahora se empieza a comprender que el ser humano es un ente eminentemente energético sometido al influjo de múltiples y diversas fuentes que vienen de su medio geo-cósmico en forma de radiaciones electromagnéticas que pueden interferir en sus procesos biológicos (no hay química sin energía). Empecé a entender el alcance del factor de relación humana en la génesis de la enfermedad como un influjo energético nocivo o bien por el contrario como curativo. Empecé a entender el concepto de autorreparación como cualidad intrínseca de todos los seres vivos y que podemos potenciar eliminando el factor de desequilibrio que impide su acción y que en su génesis es bioenergético. Empecé a entender el Yin-Yang como un concepto de relatividad y la ley de los cinco movimientos como la ley de la interdependencia...
¿Cuáles son las particularidades de los dos universos de sanación? ¿En qué aspectos son compatibles y en cuales se diferencian esencialmente?
Las diferencias básicas entre las dos medicinas, es que la occidental es Mecanicista, lo que propicia el desarrollo de la especialización con todas sus ventajas en la investigación, en tanto que la oriental es Vitalista y
Holística, esto es, considera la energía como principio integrador y regulador de toda circunstancia físico-química y se niega a las parcelaciones y especialidades con todas sus ventajas en el tratamiento integral del paciente, es decir mente, cuerpo y espíritu como un todo indisoluble e interdependiente. La occidental es una medicina basada en el paradigma curativo y la oriental en el preventivo. Por ello deben integrarse, no siempre se puede prevenir, por ello, hay que curar, pero no todo es curar, hay que prevenir.
¿Cuáles son los beneficios notorios de la MTC, en relación al tratamiento de dolencias que, en nuestro ámbito, suelen dejar secuelas no deseables en las personas?
La MTC, a parte de ser la medicina más antigua que se conoce, ha sido practicada durante siglos por más de un tercio de la humanidad, y de todos es conocida su acción antiálgica y ansiolítica. Sin embargo su campo de acción es mucho más amplio, ya que se trata de una medicina integral con su propia fisiología, diagnosis y terapéutica que abarca cualquier aspecto bioquímico, funcional y orgánico. Esta acupuntura no está al alcance de cualquiera, ya que requiere un profundo conocimiento en muchas ocasiones desalentador por la falta de apoyos en la clínica y la investigación. La mala praxis puede, como cualquier otra medicina producir iatrogenia o reacciones agudas, por ello es precisa una formación adecuada en los acupuntores, que siga unos patrones mínimos de formación y competencia.
¿Cómo percibe usted el posible desarrollo futuro en Occidente de la Medicina China?
Si la acupuntura siguiera los postulados tradicionales chinos, de corte filosófico-místico-empírico, probablemente hubiese desaparecido o reducido a sectores minoritarios como otras medicinas. Sin embargo el esfuerzo realizado por los que consideramos la acupuntura una ciencia biofísica (Bioenergética) ha dado sus frutos de tal forma que hoy en día muchas universidades y hospitales demandan el aprendizaje y la práctica clínica, ya que entienden que la terminología china es en realidad símbolos, dentro de los cuales subyace un profundo conocimiento científico, probablemente trasmitido a través de generaciones y que evocan un esplendoroso pasado de plena comprensión científica. La acupuntura china es una mitología evocadora de los grandes sabios de las cortes de los emperadores míticos, sobre todo Huanti y su médico Kipa. Con la desaparición de los sabios astrólogos y geólogos, se dispersó aquel conocimiento que fue sistemáticamente destruido a lo largo de los siglos con la quema de las bibliotecas de Pekín, Alejandría y las piras inquisitoriales de la edad media. La aparición de la física cuántica, la atomística, y la bioquímica moderna han redescubierto la acupuntura como ciencia básica, que integra la materia y la energía, recomenzándose un camino, que con toda seguridad ya se había andado en tiempos remotos por otros hombres que conocían el cielo y la tierra y el hombre como triada indisoluble.
¿Qué obstáculos demoran su inserción y aceptación plena desde los estamentos institucionales de los países occidentales?
Los obstáculos que impiden su integración en los estamentos científicos, tanto académicos, como clínicos son muy fáciles de entender: En primer lugar la inercia propia de científicos, que les cuesta aceptar postulados que sistemáticamente menospreció o no consideró en su verdadera magnitud. En segundo lugar, los intereses propios de todo sistema económico fundamentado en la industria bioquímica y farmacológica. En tercer lugar, la falta de rigor científico en la mayor parte de los trabajos de investigación que viene de hospitales chinos, basado sólo en la casuística. En cuarto lugar, la falta de apoyo económico y logístico que permitiera la investigación multidisciplinaria, en el contexto de las ciencias biológicas. En quinto lugar y hasta hace muy poco tiempo, el escaso o nulo interés de las autoridades docentes en la difusión y formación de la MTC. En sexto lugar, el rechazo sistemático y para mi incomprensible de muchos de nuestros propios colegas sanitarios, que anteponen en muchas ocasiones lo que consideran la defensa de su profesión, a través de corporativismos excluyentes de la aceptación de otros paradigmas, solo porque que les puede significar un sobreesfuerzo.
¿Qué criterios facilitarían que la MTC sea integrada al sistema de salud?
El entender que las medicinas naturales se pueden aplicar no sólo como complementarias, sino también como alternativas en función del grado de evolución de la enfermedad. El integrar la acupuntura, homeopatía, naturopatía, técnicas manuales etc. en los sistemas de salud, dentro de la asistencia ambulatoria, que duda cabe, que reduciría drásticamente la demanda hospitalaria, con la consecuente disminución del enorme gasto por este capítulo. Equipos multidisciplinares, dirigidos por profesionales médicos con formación holística, sería un gran aporte al sistema de salud, sobre todo en el área de medicina preventiva, que no solo redundaría en beneficio de los pacientes, sino en la reducción del gasto sanitario. Esta es mi opinión, habría que permutar multinacionales por terapeutas. No cabe duda que una tisana, un masaje, una regulación energética, una manipulación osteopática, o simplemente una palmadita a la espalda, puede evitar que la enfermedad evolucione a estadíos de mayor consideración, que exijan tratamientos más drásticos y complejos.
Roberto Poti