que te importa un pimiento aquello que te han pedido
Cuando la paciente A.J.L. setenta y cinco años, se presentó en la consulta preocupada por su falta de memoria ("Me olvido de las cosas, incluso de algunas importantes... ¿será cosa de la edad?"), nuestra primera respuesta fue la de siempre: una sonrisa benevolente, puesto que la frase nos resulta tan común como repetida y, si te descuidas hasta un poco... contagiosa.
Por supuesto que los años vividos nos van desgastando nuestra energía genética, esa que solo podemos consumir pero nunca recuperar, esa que cuando queda poca se hace evidente en el color del cabello o en su ausencia, en las arrugas del rostro y en los dolores erráticos, también se "arrugarán" los órganos internos, así como que se "aflojara" la memoria y, cuando la energía genética acaba... nos vamos para siempre, de forma inexorable.
Bien, vale. Pero además, cabe reflexionar sobre aquello que popularmente se ha dado en llamar "los círculos de interés", que como es lógico van cambiando paulatinamente en el trayecto de nuestra vida. Muchas de las cosas que nos importaban a los veinte años, a los cuarenta nos parecen tonterías, y viceversa.
Una cosa no quita la otra, por supuesto, pero mucho antes, cuando doña A.J.L: con cuarenta años menos, su marido le pidió que a la vuelta del mercado le comprara el periódico... pasó lo que pasó: nuestra amiga se quedó un momento charlando con la vecina sobre los futuros síntomas de la menopausia y se olvidó del periódico. "¡Debe ser el Alzheimer!", o "Son cosas de la edad". Y cuando a esto se sumaron otros "olvidos" puntuales, la catástrofe quedó servida: "Estoy perdiendo la memoria".
Pues no, simplemente es que le costaría reconocer que el periódico de su marido le importó un pimiento, comparado con la descripción de los síntomas de la menopausia de la vecina. Y que si en alguna ocasión se olvidó la llave del lado interior de la puerta de calle y no pudo entrar hasta que llegó el cerrajero, es tal vez es porque en realidad lo que quería es irse por ahí y no volver nunca más. "¡Oh no, que horror!", le dijo su conciencia mientras el subconsciente se estaría partiendo de la risa.
A pesar de todo lo dicho, podemos ayudar a A.J.L. Para los antiguos maestros chinos estamos ante el "Olvido de la tenacidad" en su traducción libre.
Puntos de tratamiento según el Tcheu Tcheng Tsoung Yao:
P 7 (Lie Que);
V 15 (Xin Shu);
C 7 (Shen Men) y
ID 8 (Xiao Hai).
Puntos complementarios:
VC 12 (Zhong Wan) y
E 36 (Zu San Li).
Nueve sesiones en días alternos, tres semanas de acupuntura. Claro que, previamente, habremos efectuado una medición por medio del sistema Rioduraku, el cual, según la resistencia obtenida en los puntos predeterminados para ello, tendremos "las pistas" que nos permitirán punturar a fin de regular la energía de, en este caso, la paciente. Y, tal como dijo el filósofo, como "las mejores pistas son aquellas que te llevan a otras pistas", el resultado obtenido permitirá a A.J.L. ser mucho más receptiva al tratamiento antes descrito.
J.L.E. y P.R.