La sorprendente experiencia del "reiki a distancia"
La doctora MAM, médico en ejercicio, paciente de nuestra consulta y alumna de nuestro curso de Acupuntura y Moxibustión (CEMETC), nos envía tres citas para publicar en está página.
La aportación de esta profesional ha sido ya mencionada en el informe "La intención del acupuntor. La física cuántica nos prueba la importancia del efecto emocional del terapeuta en el paciente", publicado en "Foro Bioenergético" el pasado 26 de febrero.
Estas son las citadas citas:
1) "El día que la ciencia comience a estudiar los fenómenos no físicos, hará más progresos en una década de los que hizo en todos los siglos anteriores".(Nikola Tesla).
2) "Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio". (Albert Einstein).
3) "El mayor de todos los errores estriba en no hacer nada porque sólo puedes hacer poco". (Sydney Smith).
MAM es una entusiasta del reiki y, no por casualidad, fue quien nos sugirió la lectura de "El experimento de la Intención", que a su vez, junto a otros textos, permitió redactar el informe citado más arriba y publicado en este foro.
Las investigaciones realizadas por los físico cuánticos en los últimos años están provocando el desconcierto en el ámbito científico en general pero... en voz baja, entre bambalinas, puesto que cuesta mucho creer en lo que se ha negado por sistema durante bastante más de cien años.
En ese contexto, en el sinnúmero de pruebas realizadas con plantas, animales y animales supuestamente racionales (en fin, seres humanos), se pudo comprobar que sólo la intención de alguien sobre algo u otro alguien, modifica la estructura molecular del segundo, a la vez que en el sujeto provocador.
Pero esto es como la radiestesia, la acupuntura, el psicoanálisis, fueron y aún en cierta manera son, algo así como "brujerías" o, en el mejor de los casos, sus efectos serán calificados con el sambenito de "efecto placebo", como si tal cosa no fuese beneficiosa y, hasta en algunos casos, terapia efectiva, con resultados óptimos.
También se puede afirmar, una vez verificado el éxito de la terapia, que "seguramente sin ella el paciente igual hubiese mejorado" o, en el peor de los casos "seguramente no era más que un trastorno psicosomático", como si se pudiese separar la psiquis del soma. Un traumatismo físico provocará nacesariamente un trastorno emocional, por tanto, un trastorno emocional provocará en mayor o menor medida un efecto en la estructura física, o sea, aquello que aún negando el principio señalado terminamos calificando de "somatización" de un problema.
Cuando días después nos comunicaron que había terminado, ¡vaya sorpresa!, junto al hecho de recordar el primer mensaje hicimos recall y debemos confesar que efectivamente habíamos pasado una semana estupenda, gozando de un estado de salud en general óptimo. Y ahora... qué. Por supuesto que pudo haber sido casualidad. Pero, ¿y si no lo fuera? ¿Y si esto confirma al tiempo que encaja en el conjunto de pruebas que realizan los físico cuánticos?
Habrá que hacer lo mismo que ellos: reiterar la prueba cientos de veces si es necesario, hasta convencernos de la evidencia. En el fondo es más fácil de creer en las citadas pruebas, que en la posibilidad de que haya sido el Espíritu Santo quien guiara las manos de los cardenales para elegir al Papa. Dicho esto con todo respeto a quien así lo crea.
He aquí el valor extraordinario de las tres citadas citas. ¿Le estamos aburriendo, querido lector?. Pues mire usted, es el momento de recordarle cierta frase de André Guide: "Aunque todo ya se haya dicho, como nadie escucha, hay que volver a repetirlo".
JLE
JLE