MOXIBUSTION: EL FUEGO
DE LA ACUPUNTURA
El frío nos encoge y bloquea el funcionamiento de
algunos órganos. Pero si nos exponemos al calor de la moxa, estimulamos la
energía vital.
El olor a hierba quemada es común en China.
Procede de las moxas, cuya importancia es tal que
habría que traducir el concepto acupuntura como "aguja y fuego". La
moxa es el compañero de viaje milenario de las agujas de acupuntura”, afirma Ángel López Hanrath
La moxa se produce a partir de la hoja de la artemisa (Artemisia vulgaris), muy valorada por sus propiedades tanto en
Occidente como en Oriente. Para su uso en acupuntura, hay que secar las hojas
perfectamente para luego deshacerlas en pequeños filamentos o machacarlas. Lo
que queda es la "lana de moxa".
Al quemarla, su enorme capacidad calórica se pone
en activo y desprende sus apreciados aceites esenciales.
Tipos, usos y beneficios de la moxa
El humo que desprende la lana de moxa al
quemarse, que tiene efectos beneficiosos, choca con la realidad de las
consultas asépticas occidentales. Por ello se transformó en el carbón de moxa, que casi no suelta humo. En el cambio
se ha perdido sutilidad.
Ya no se puede manejar haciendo montoncitos sobre
la piel, pues el carbón es rígido en sus presentaciones. Aunque, aparte de este
detalle, parece que sus beneficios no han disminuido.
Una solución eficaz en lesiones deportivas
Si utilizamos el "puro", trabajamos
sobre la piel y nos permite intervenir en una zona amplia.
Un ejemplo es calentar un área de la zona lumbar para mejorar un dolor
limitante. La acercamos más o menos a la epidermis según la sensación de calor
que recibimos.
Por eso, autoaplicarse moxa en
puro es muy bueno. Somos nosotros mismos los que sentimos si calienta mucho o
poco. Si nos quema la alejamos muy ligeramente. Por ultimo abra que decir que hay diferentes técnicas: acercar y
alejar sobre un solo punto, mantener el puro siempre en movimiento… y asi de
seguido
Fuente: Ángel López Hanrath, para “Cuerpomente”