LAS AFECCIONES CRONICAS SERAN SIEMPRE
MEJOR TRATADAS
CON LA MEDICINA INTEGRATIVA
La polémica esta servida
Antes
comer carne roja era sinónimo de bienestar, pero ahora la ciencia dirige
sus dardos al otro lado: La OMS la cataloga de cancerígena, en tanto que en
Europa comemos demasiada. Esta es una de las cuestiones que trata el
profesor, medico, científico, Andreas Michalsen, autor de "Curar con la
fuerza de la naturaleza" y defensor de los métodos utilizados por
esta disciplina. Las páginas de "Zen" que edita El Mundo, ha
publicado una entrevista al científico, en momentos en que aparecen airadas
voces de quienes creen poseer la "única" verdad atacando a todo
aquello que no lleve la "bendición" de los especialistas
contratados por los laboratorios farmacéuticos cuya única meta es la de
conseguir cada vez mejores margenes de beneficio económico. El ejemplo
mas reciente es la aparición del articulo de la doctora Natalia Eres en el
ultimo numero de Cuerpo Mente que bajo el titulo de "¡Si que
funciona!", sale en defensa de la medicina integrativa, denunciando a un
aticulo publicado fechas anteriores en el mismo periodico: El Mundo...
Ayuno, hierbas medicinales, hidroterapia, meditación, vegetarianismo...
"Muchos de estos tratamientos se promocionan a través de publicidad -algo
que suscita ciertas reticencias- mientras que otros, pese a su eficacia, son
contemplados con menosprecio por médicos que no tienen el más mínimo
conocimiento sobre ellos".
Son
palabras del doctor alemán Andreas Michalsen, médico internista, profesor de
Naturopatía Clínica en el Hospital Universitario berlinés Charité y una de las
voces más prestigiosas sobre esta disciplina. Nacido en el seno de una familia
de médicos naturópatas y nieto de Sebastian Kneipp, considerado el precursor de
la hidroterapia, defiende sus métodos en el libro Curar con la fuerza de la
naturaleza -que ha vendido más de 200.000 copias en Alemania-, técnicas con un
enorme potencial para curar enfermedades que poco a poco se van quitando la
etiqueta de anticuados.
El profesor Andreas Michalsen |
RESPUESTA.- Entre los años 50 y 80 la medicina moderna tuvo muchos éxitos: operaciones, antibióticos, vacunas... La naturopatía empezó a verse como algo obsoleto.
P.- ¿Dónde llega la naturopatía que la medicina convencional no puede?
R.- Ésta
es muy buena para tratar enfermedades graves, pero no dolencias crónicas, que
han aumentado debido a que cada vez nos movemos menos, comemos demasiado y mal.
En este tipo de afecciones no aporta soluciones: sólo contrarresta síntomas,
pero no las cura. Por ello, es muy frecuente encontrar personas que con 60 o 70
años son obesas, tienen la presión arterial alta y problemas coronarios.
Además, en Alemania una persona de 65 años toma entre cuatro y ocho pastillas
al día, lo que provoca efectos secundarios. A pesar de ello, me sigue
pareciendo arriesgado expresar abiertamente mi planteamiento cuando estoy entre
compañeros, que con frecuencia acaban diciendo que me sirvo de remedios
caseros.
P.- ¿Pero
en realidad tiene base científica?
R.- Por
supuesto que sí. Hay estudios que confirman los beneficios del yoga contra
los dolores de espalda, el uso de ventosas, sangrías o sanguijuelas contra la
artrosis, el tratamiento de la hidroterapia para controlar el estrés y
favorecer el sistema inmune -hay estudios que corroboran que darse una ducha
alternando calor y frío cada mañana hará que tengamos menos resfriados- y la
alimentación vegana contra la presión arterial. El problema es que la
naturopatía no se ha establecido en las universidades y por ello hay mucho
charlatán sin formación.
P.- Habla
de crisis de la medicina actual. ¿Qué es lo que no se enseña en las facultades?
R.- Por
ejemplo, algo escandaloso es que la mayoría de facultativos no tienen ningún
conocimiento sobre nutrición. Se pueden tratar muchas dolencias con ella, pero
si un paciente llega a su médico con reúma o depresión le dirá: «Tome estas
pastillas y siga comiendo lo que quiera», y ese es un planteamiento equivocado.
P.- ¿Se acepta de forma diferente en unos países que en en otros?
R.- Hay un gran interés hacia la naturopatía en EEUU, Alemania (donde hay varias cátedras), Suiza y países orientales como China o la India. En Europa también tenemos una medicina tradicional pero la hemos olvidado, pero en los países orientales nunca se ha dejado de lado: en la India la naturopatía es estatal (ayurveda), lo mismo en Japón o China con el uso de acupuntura, las hierbas y el taichí. En España se observa muy críticamente.
P.- Usted defiende el ayuno y el vegetarianismo, ¿cuáles son sus beneficios reales?
P.- ¿Se acepta de forma diferente en unos países que en en otros?
R.- Hay un gran interés hacia la naturopatía en EEUU, Alemania (donde hay varias cátedras), Suiza y países orientales como China o la India. En Europa también tenemos una medicina tradicional pero la hemos olvidado, pero en los países orientales nunca se ha dejado de lado: en la India la naturopatía es estatal (ayurveda), lo mismo en Japón o China con el uso de acupuntura, las hierbas y el taichí. En España se observa muy críticamente.
P.- Usted defiende el ayuno y el vegetarianismo, ¿cuáles son sus beneficios reales?
R.- Investigadores
con renombre y estudios publicados en la revista Science corroboran sus
consecuencias positivas en la salud y poco a poco está llegando a la prensa y
la población. Me acuerdo de cuando se recomendaba hacer entre cinco y seis
comidas al día... Una locura. Lo mismo pasa con el vegetarianismo. Desde el
punto de vista histórico, se pasaron periodos de hambruna, luego llegó la época
de la abundancia en la que comer carne era sinónimo de bienestar. La industria
ha fomentado esa idea a través del márketing -¿has visto alguna vez un anuncio
de brócoli?- aunque las investigaciones se están dirigiendo hacia todo lo
contrario: la OMS catalogó la carne roja como cancerígena. Y la realidad es que
la cantidad que comemos en Europa es cinco veces por encima de lo que
deberíamos.
P.- ¿Está viendo un avance en este sentido en la población?
R.- Sí,
la gente más joven está cada vez más preocupada por vivir de forma saludable,
no estar obeso sino en forma. Eso sí, son muchas más mujeres -un 70% frente al
30% de hombres- las que se interesan por esto, principalmente en lo que
concierne a la nutrición, vegetarianismo y la meditación. Los hombres, en
cambio, son un poco más difíciles de convencer... (risas).
La periodista Patricia Lozano entrevisto al Dr. Michalsen para El Mundo