EL HOSPITAL DE CORUÑA PONE
EN MARCHA UN SISTEMA ESPECIAL
PARA ATENDER A LOS ENFERMOS
DE CÁNCER MAS FRÁGILES
El plan buscará soluciones prácticas para quienes
muestren tener un grado mayor de necesidades físicas,
psicosociales y emocionales (la mayoría)
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Dr.Francisco Barón Duarte |
La fragilidad no siempre se determina por la edad. "A veces te encuentras un abuelo que viene a las consultas con su nieto sin problema, mientras que a un hombre de 45 años hay que traerlo de la mano", afirma Francisco Barón, en una entrevista publicada en La Voz de Galicia. Barón es oncólogo del Chuac (Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña), e impulsor de un proyecto que, en definitiva, no persigue más que prestar más y mejor atención a quien más lo necesita. El servicio, que por su parte dirige el doctor Luis Antón Aparicio, jefe de Oncología del Chuac, y que ha bautizado con el nombre de Oncofrail -el inglés distingue entre la fragilidad de los objetos y la de las personas-, de forma resumida, trata de poner en marcha un circuito diferenciado para el paciente que, por sus circunstancias, precisa otro tipo de asistencia.
"Incluiremos a cualquier paciente frágil independientemente de la edad, tipo de tumor o el lugar de residencia", explica Barón, quien incide en que lo que busca el equipo del Chuac es que las inercias y dinámicas de trabajo de un gran hospital no olviden cuánto puede curar la humanización. Para ello, prevén abrir bien pronto una consulta específica, igual que existe otra propia, por ejemplo, para consejo genético, para valorar a aquellos pacientes que se sospeche frágiles, remitidos por el oncólogo desde la consulta o la planta de hospitalización, "identificar sus problemas prioritarios y buscar apoyo, en trabajo social, en el psicólogo... donde sea necesario".
El 80 % de los pacientes con cáncer se atienden en hospital de día, esa fórmula ambulatoria surgida en los años 70-80 y que aportó la ventaja de no apartar al enfermo de su entorno. "Pero hoy una parte de nuestra realidad es otra: tenemos enfermos que no están en condiciones para seguir la mecánica normal: llegar, buscar sitio para aparcar, coger cita, hacer los análisis, gestionar otra cita, esperar, tomar la medicación, volver a casa..."
LA SOLEDAD
Para ellos, el equipo diseña un circuito especial, sin esas servidumbres, y adaptado a pacientes que, en muchos casos, además de cáncer tienen otras enfermedades. Esta pluripatología "sucede en el 90 % de los enfermos oncológicos", añade el médico, quien, además, subraya otra característica cada vez más extendida: "Muchos viven solos, porque su hijo trabaja en otro sitio, lo trae un vecino, un amigo, o vienen como pueden...". La consecuencia es que cada vez en más casos es necesario buscar algún tipo de voluntariado de apoyo.
"Esa es la fragilidad social -apunta Barón-, que cada vez es mayor, pero hay otras a las que también hay que atender y buscar solución". Está, por ejemplo, la física. Enfermos de cáncer con dificultad para caminar, dolor porque la metástasis le llega a los huesos, que necesitan ayuda para vestirse, que no pueden cargar con la compra diaria... No es extraño que a esta se sume la fragilidad psicológica o emocional, cuando "para recibir la quimio no solo importa que el enfermo tenga bien las defensas, sino que no tenga miedo".
De igual forma que los especialistas cuentan con herramientas para medir la angustia, un termómetro del distrés, también existen escalas para comprobar la fragilidad social y graduar sus necesidades. "Si un paciente viene solo siempre, si es una señora de 80 años que vive con su marido de 82 que además tiene alzhéimer, si viven de una pensión con la que ayudan al hijo en paro, su casa es un cuarto sin ascensor, o una casa aislada en el rural...". Son solo algunos ejemplos.
LA ESPERITUALIDAD
Junto a todas estas casuísticas, pretenden también dar cobertura a otros aspectos, incluidos los espirituales. "No hay que confundir espiritualidad con religiosidad, pero cuando la enfermedad progresa, seas o no creyente, te preocupas por la muerte, por lo que va a pasar. Son también problemas de la atención, y no solo en etapas avanzadas, porque cuando saben que tienen cáncer tienen inquietudes de trascendencia. Hay que mojarse, no abandonar esta faceta porque si no, no haces atención integral. Será muy buena desde el punto de vista técnico, pero no es completa ni integral", recalca.
El plan Oncofrail intentará atender a todo eso, dado que "si un paciente es frágil y continúa en el circuito convencional acabará rompiendo, ingresando y entrando en un círculo perverso", advierte. El programa se pondrá a prueba durante dos meses y para su aplicación el servicio de Oncología del Chuac abrirá una agenda específica en la que incluir a aquellos enfermos que se sospeche presentan al menos dos criterios de fragilidad.
EL DERECHO DEL PACIENTE
A SABER "LA VERDAD SOPORTABLE"
Un oncólogo asumirá esa consulta, con la ayuda de un auxiliar, para identificar problemas prioritarios: tiene dolor, viene solo, se lía para venir a la consulta, no retira la medicación de la farmacia... En esos casos, se comunicará, por ejemplo, al servicio de Trabajo Social del Chuac para buscar apoyos. Otras situaciones pueden plantear otros requerimientos. Por experiencia, ejemplifica Barón el caso del enfermo en el último ciclo de quimio que "tiene miedo y ya no sale de casa". "Hay que atenderlo y mejorar su situación: el médico ha de buscar apoyo de quien haga falta, tiene psicólogos a los que recurrir. Lo que no significa que "no tenga que hablar con su paciente", advierte.
Se plantean a menudo situaciones complejas cuando la vida tiene plazo. "El enfermo tiene derecho a saber la verdad soportable -resume- y esa se mide en el encuentro médico-paciente. No hay ningún ordenador que te diga cómo hacerlo, es artesanal: conociéndolo, sabiendo si tiene antecedentes de depresión, si vive solo...". De ahí la necesidad de la continuidad asistencial. "Hay cosas que no están en el Ianus (*) y para entender a las personas no es suficiente con leerse el último Journal", valora Barón acerca de lo que no va en la historia clínica pero se conoce por el contacto. "Unos quieren saber el 90 % y otros el 5". ¿Cómo saberlo? "Preguntándole y cómo hacerlo, se sabe viéndolo tres semanas seguidas. Si solo informas técnicamente es como no informar, es como cuando vas a pedir un crédito al banco y te dicen ‘euríbor más 0,5’. Te quedas como si nada", explica.
Este especialista vaticina un lleno en la agenda de citas y ve en el Oncofrail una apuesta "contra la cosificación» y por la atención realmente integral. Esa que, sin obviar la tecnología, atienda aspectos humanos para desmoronar esa fragilidad", concluye.
(*) Es el eje cardinal que separa lo profano de lo sagrado. Es el dios de las puertas, de todo lo que tiene inicio. Ianus protege a todos aquellos que quieren hacer variar el orden de las cosas, ya que Jano vigila el umbral que separa el pasado y el futuro (el continuo y eterno presente)..
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El director de Oncología
denuncia que la tecnología
del hospital "está atrasada"
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Dr, Luis Antón Aparicio, Director de Oncologia del Chuac |
"No estamos a la altura de lo que la sociedad requiere. Hemos perdido capacidad, mientras otras áreas de Galicia han mejorado", afirma Luis Antón Aparicio sobre las deficiencias del servicio de Oncología del Chuac.
"Si nos comparamos con otras áreas, no lo estamos haciendo bien", manifestó ayer el director de Oncología del hospital universitario de la ciudad sobre las carencias tecnológicas del centro sanitario. Luis Antón Aparicio denuncia la escasa inversión para mejorar los aparatos que utilizan los médicos y lamenta el retroceso de A Coruña frente a otras áreas sanitarias de la comunidad gallega. El oncólogo, que presentó una web sobre el cáncer, reclama además que sea la Universidad de A Coruña la que elija los docentes
El director del Servicio de Oncología del Complejo Universitario de A Coruña, Luis Antón Aparicio, protestó por las deficientes instalaciones tecnológicas del centro sanitario. El responsable de gestionar la atención a los enfermos de cáncer asegura que el área de A Coruña está peor preparada que otras zonas de Galicia para satisfacer las necesidades de la sociedad.
"En tecnología, no estamos a la altura de lo que la sociedad requiere. El área sanitaria de A Coruña está por debajo de lo que se necesita en función de la población. Hemos perdido capacidad, mientras otras áreas de Galicia han mejorado", manifestó Luis Antón Aparicio, que demanda mayores inversiones en maquinaria destinada a la atención de los enfermos.
FALTA DE HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS
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Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña |
El director de Oncología quiso dejar claro que sus declaraciones reflejan algo más que un capricho de los profesionales del hospital, pues no dudó en afirmar que la falta de herramientas tecnológicas ha hecho que empeore la calidad de la atención que reciben los pacientes del centro.
"Si no se tienen suficientes recursos, no se puede hacer lo que se debe hacer. Si nos comparamos con otras áreas, no lo estamos haciendo bien", manifestó el doctor Antón Aparicio tras la presentación de una página web desde la que médicos que trabajan en la ciudad ofrecerán información sobre tratamientos contra el cáncer.
El responsable del servicio de Oncología también aprovechó su comparecencia para reclamar que sea la Universidad de A Coruña la que elija a los profesionales que imparten la docencia en el hospital de la ciudad. Luis Antón Aparicio considera que las decisiones adoptadas al respecto por Santiago a espaldas de A Coruña y Vigo son ilógicas y están injustificadas.
"Parece lógico que los médicos docentes del hospital sean elegidos o gestionados desde A Coruña. Lo ilógico es que alguien de fuera administre la casa de otro, sobre todo cuando ese otro tiene años de experiencia docente, asistencial e investigadora", declaró el director del servicio de Oncología acerca de la polémica interuniversitaria.
HACER PATRIA NO SOLO EN ECONOMÍA
Luis Antón Aparicio, al igual que el rector coruñés, defiende que cada una de las tres universidades elija a los docentes que imparten las prácticas en los hospitales de sus respectivas ciudades. El médico asegura que la Universidad de A Coruña tiene suficiente capacidad para coordinar a sus propios profesionales. "La capacidad docente debe estar donde hay competencia. A Coruña tiene capacidad y competencia, como la tienen Vigo y Santiago. Si hacemos patria con la economía, hagámosla también con esto", manifestó.
El responsable de Oncología del hospital universitario de la ciudad informó de que el área sanitaria coruñesa registra una media de 1.200 nuevos casos de cáncer cada año. Luis Antón Aparicio explicó que la cifra no ha experimentado grandes variaciones en los últimos años y precisó que el gran cambio que detectan los médicos es la transformación de los pacientes en enfermos crónicos, debido a que los avances han permitido prolongar su vida durante más tiempo.
"El enfermo que acude a Oncología es un enfermo cuya incidencia se mantiene, pero ha aumentado la prevalencia. Tienen que ser atendidos como enfermos crónicos", Antón Aparicio, que destacó que los médicos de atención primaria adquirirán una mayor importancia en el tratamiento del cáncer debido a esta circunstancia.
El director del Servicio de Oncología del hospital universitario expuso que uno de los objetivos de la página web creada por los médicos especializados en el tratamiento del cáncer "será ofrecer a los doctores de atención primaria los conocimientos necesarios para que aprendan a detectar correctamente el cáncer y para que conozcan los diferentes protocolos de actuación y los más recientes avances científicos y tecnológicos", concluyó
Fuente: R. Domínguez y Pablo López,
de "La Voz de Galicia"
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"LA ESPERANZA PUEDE FRACASAR,
EL DOLOR, NO.
POR ESO HAY QUIENES PREFIEREN
DOLOR CONOCIDO
A ESPERANZA POR CONOCER"
Juan Gelman
Premio Cervantes 2007
El texto que titula estas lineas lo tenemos destacado en la sala de espera de nuestra consulta de acupuntura en Cacheiras, Teo, A Coruña. La referencia es para animar a aquellos pacientes que, o tienen miedo a las agujas (solo hasta que se llevan la sorpresa de su levedad), o que, efectivamente prefieren "dolor conocido", tanto el que los trae a la consulta como el que saben van a tener que soportar con un medicamento que, a pesar de su eficacia en lo inmediato, le traerá los estoicamente esperados "efectos secundarios".
OTRA VEZ LA SOLEDAD
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La soledad. Uno de los mayores pesares del enfermo oncolólgico |
En el ámbito de los tratamientos para el cáncer, habitualmente la quimioterapia, los citados "efectos secundarios", pueden llegar a ser muchas veces insoportables; deformación del rostro, abultamientos de la piel en zonas incomodas; calvicie "Tranquila que después el pelo vuelve a salir y con mas fuerza" solo que puedes terminar yendo de visita a la casa de San Pedro, eso si, bien peinada; depresión; depresión con ansiedad; sensación de soledad y abandono por parte de los seres mas queridos. Todo ello para mencionar algunos de los mas habituales "efectos secundarios". Incluso corriendo el riesgo de que en las primeras visitas vuelvas a casa con el preaviso de que tienes "entre tres y cinco años de vida".
Afortunadamente esta ultima carga de profundidad ya esta casi borrada del protocolo de los oncólogos caseros. Hoy por hoy el profesional funciona con muchísimo mas tacto, sabiendo las veces que tal premonición resulta muy lejos de la realidad, a veces, afortunadamente, para bien del paciente que diez años después recuerda el error del profesional.
Incluso hoy mismo hay oncólogos que ya no se ríen de la
acupuntura, y hasta ni siquiera del reiki. "En definitiva -suelen afirmar- mientras el tratamiento no haga daño al paciente no se debe despreciar su posible beneficio". Tenemos en nuestra consulta a un número considerable de pacientes oncológicos que hacen acupuntura y valoran el beneficio que obtienen tanto en su estado emocional como en su estado clínico en general. Y esto es algo que inexorablemente termina reflejándose en la analítica.
LO IMPORTANTE ES EL RESULTADO
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La acupuntura y la moxibustión representan el mejor método para evitar los "efectos secundarios" en los tratamientos mas agresivos . |
Es verdad que las citadas mejoras nunca le son adjudicadas a la acupuntura, pero ese es un mal menor, Lo importante es el resultado, quien se adjudique el éxito es lo de menos. Nuestros sistemas de valoración energética nos confirman lo dicho. Y nos alientan a seguir trabajando en esa linea.
Repetimos una vez mas que en los países orientales los hospitales cuentan con los sistemas de quimioterapia tanto como los basados en medicación de fórmulas magistrales elaboradas con plantas en los departamentos de farmacia. Esa es una diferencia fundamental en los tratamientos, ya que los orientales utilizan tanto nuestros sistemas como los suyos propios alcanzando asi unos resultados mucho mas efectivos.
En todo caso el criterio es el de tratar a cada paciente según su propia historia clínica y no con un protocolo para todos solo diferenciados por la zona a tratar. Para la medicina oriental no hay limites en cuanto a sistemas de tratamiento: "todo lo que cura... vale". Objetivo primordial: evitar al máximo posible los "efectos secundarios". Para esto último, sin lugar a dudas, la acupuntura y la moxibustión son uno de lo sistemas mas apreciados por los médicos orientales.
J.L.E. y P.R