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domingo, 5 de octubre de 2014

Lo que nos faltaba (segunda y última parte... de momento)

HAMBURGUESAS FABRICADAS CON CÉLULAS 
MADRE DE VACA O DE HECES HUMANAS

      La primera hamburguesa artificial, creada en laboratorio con células madre de vaca, es una realidad. Mark Post, médico y jefe del departamento de fisiología en la Universidad de Maastricht (Holanda), planeaba ya hace un año dar a conocer al mundo su invento, según adelantara en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia que se celebró en Vancouver (Canadá) a finales del pasado año. Afortunadamente aun no ha llevado a cabo su promesa, pero en estos dias ha reiterado que "pronto" dará a conocer la noticia.

      Lo que el científico tiene entre manos es la producción de tejido muscular en un laboratorio que imite exactamente la carne y pueda sustituirla. El logro científico "podría modificar la cría de ganado y la alimentación en todo el mundo y incluso beneficiar al medio ambiente", señala el científico. Todo ello, claro está, desde una perspectiva oficial, ya que en no pocos círculos industriales confirman que desde hace ya unos años se utiliza carne artificial en algunas fabricas de hamburguesas  

       En tanto ha adelantado eso si que producir de forma industrial las primeras hamburguesas "experimentales" tiene un coste inicial de 250.000 euros, un precio que Mark Post sin embargo espera abaratar con el tiempo. El proyecto ha sido financiado por un donante rico que desea permanecer en el anonimato y que pretende, según el investigador, "ver disminuir el número de animales de granja sacrificados por su carne y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero resultantes del ganado". 

      La ganadería contribuye al calentamiento global con la emisión de metano, un gas de efecto invernadero veinte veces más potente que el dióxido de carbono (CO2). Post ha recordado que la producción de carne se duplicará para el año 2050 para satisfacer la demanda mundial.

      "Mi proyecto tiene como objetivo crear la carne de las células madre utilizando la tecnología desarrollada en el campo de la medicina durante más de veinte años", ha dicho Post. Para la primera hamburguesa, ha utilizado células de músculo cultivadas en suero fetal bovino. La carne "tiene exactamente la misma estructura que la original", ha asegurado el científico, que ha hecho hincapié en que la tecnología está bien controlada. Para este otoño, "nos hemos comprometido a hacer un par de miles de pequeños tejidos que luego se ensamblan para formar una hamburguesa".

EL MISMO SABOR


      La carne producida a partir de células madre de vaca "deberá parecerse exactamente a la que empleamos actualmente para comer; de lo contrario, será imposible convencer a la gente para que abandonen lo que ya conocen", ha indicado el científico. Además, la carne creada en laboratorio puede ser controlada para mostrar ciertas cualidades, como altos niveles de ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3), buenos para la salud.

       Esta técnica también puede ser utilizada para producir carne de cualquier animal, ha dicho el investigador, que puso en marcha el proyecto hace seis años y espera que la carne se produzca a gran escala en los próximos de diez a veinte años de forma eficiente.

      Patrick Brown, profesor de bioquímica en la Universidad de Stanford en California, se mostró confiado durante la misma conferencia en el desarrollo de estos productos alternativos que puedan reemplazar a la carne y los productos lácteos, ya que la ganadería actual, que no ha cambiado desde hace miles de años, supone "una catástrofe global permanente" para el medio ambiente.

      Si nos fijamos en la información que ha trascendido sobre la carne de las hamburguesas de Burger King y McDonald’s, el 100% es carne de vacuno, pero carne que procede en la mayor parte de los casos de vacas viejas de entre 6 y 8 años de edad. Este tipo de carne es hasta una tercera parte más barata que la procedente de vacas jóvenes.

HECHAS DE CACA


 

      El mero hecho de escuchar su procedencia provoca náuseas, pero mucho peor es el caso de un científico japonés que se ha tomado la molestia de crear las primeras hamburguesas hechas con heces humanas. Mitsuyuki Ikeda ha ideado una técnica de utilizar heces humanas y convertirlas en carne artificial.
     El resultado de su experimento es un material comestible de color rojizo que utiliza la proteína de soja y la salsa de carne como potenciadores del sabor, informa Design Taxi”. boletín informativo de noticias científicas que regularmente recogen publicaciones lideres como New York Times, Wall Street Journal y la CNN.

      Las peculiares hamburguesas de Ikeda tienen, eso sí, unas propiedades nutricionales de lo más saludables. El 63% de su contenido son proteínas, el 25% carbohidratos, el 9% minerales y sólo el 3% grasas. Además, su sabor es muy similar al de la carne de ternera, según su creador. 

       No seguimos porque la información nos ha provocado algo mas que nauseas, amigo lector.

Lo que nos faltaba (primera parte)

CARNE ARTIFICIAL PARA LA 
ELABORACIÓN DE HAMBURGUESAS      

      En “The World of Food Ingredients”, una revista profesional que se presenta como “líder en nutrición” y que cuesta 25 euros el ejemplar, hemos leído que en agosto de 2013 se había servido por primera vez, en un salón en Londres, una hamburguesa creada íntegramente a base de "carne cultivada". Según el autor del artículo, Henk Hoogenkamp, experto en proteínas mundialmente conocido y especialista en biomateriales y medicina regenerativa, "se trata del preludio de una revolución alimentaria de ámbito mundial".

      La técnica consiste en extraer células madre del músculo de un animal y hacer que se reproduzcan en laboratorio en un baño de nutrientes. El resultado es “sorprendentemente parecido a la carne animal”, explica Henk Hoogenkamp.


GLÓBULOS ROJOS DE LABORATORIO

    El problema, no obstante, es que sin duda será difícil convencer a la gente para que consuma esta carne creada en laboratorio. Pero Henk Hoogenkamp tiene la solución: “El problema de que los consumidores no acepten la carne de cultivo es casi más importante que los problemas tecnológicos en sí. Va a resultar esencial que se combine la carne de buey de cultivo con otros tejidos animales como la grasa, los tejidos conjuntivos y la sangre. El color rojo de la carne procede de la hemoglobina, pero es posible añadir a la carne cultivada un colorante natural de hemoglobina, que se puede comprar, que contiene glóbulos rojos. No obstante, en el futuro, también será posible producir glóbulos rojos en laboratorio, lo que suprimirá la necesidad de contar con sangre animal”.

      Ocurre lo mismo con las grasas y resto de tejidos. Pero esto no es todo. Henk Hoogenkamp explica también algo tan interesante o más que el cultivo de carne: ya es posible criar insectos de forma industrial para proporcionar las proteínas necesarias para la alimentación humana. Para que se puedan consumir, hay que mezclar estas proteínas de insectos con sustancias vegetales.

      “Las proteínas de los insectos son de alta calidad y también se pueden adaptar para simular los tejidos animales. Además, las proteínas hidrolizadas de insectos se pueden añadir a las proteínas vegetales para completarlas con aminoácidos esenciales. Después de las bacterias y los hongos, los insectos se encuentran entre los organismos más eficientes del planeta, ya que necesitan poca energía y alimento para desarrollarse. Ya se cuenta con el conocimiento y la tecnología necesarios para cultivar insectos, que ofrecen ventajas comparables a las de la carne cultivada”, señala 
Hoogenkamp.

      Lo peor de todo, estimado lector, es que después de haber leído el artículo entero, tengo la absoluta y triste convicción de que la humanidad acabará alimentándose de proteínas de insectos y de carne cultivada de aquí a quince años como muy tarde. Probablemente no sea su caso, ni el mío, pero sí el de nuestros compañeros de trabajo, amigos e incluso quizá el de nuestros hijos o nuestro entorno más cercano, afirma por su parte 
Juan-M. Dupuis, director de "Tener Salud", servicio de noticias distribuidas por Internet.

      Ahora veremos por qué: Henk Hoogenkamp explica que una única extracción de células madre de un solo animal podría producir 20.000 toneladas de buey de cultivo o, dicho de otra forma, 175 millones de hamburguesas.
      Así podemos afirmar que si más del 50% de la producción actual de carne de buey se consume picada, en hamburguesas o platos preparados, no hay razón objetiva para seguir produciéndola a gran coste con animales vivos.

      La carne cultivada es también, según el criterio de 
Henk Hoogenkamp, más sana, ya que no hay riesgo de contagio por salmonela o por la enfermedad de las vacas locas. Su consumo reduciría por tanto el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes en los humanos. 

MAS "ECOLÓGICA"


       El citado experto afirma además que la carne cultivada es claramente más ecológica que la carne del ganado: producir un kilo de carne requiere 9 kilos de alimento y 2.000 litros de agua. Además, la ganadería ocupa el 70 % de las tierras agrícolas, ya sea como pastos o para la producción de alimento para el ganado.

      “La carne de buey de cultivo podría reducir las necesidades de tierras agrícolas y, respecto a las explotaciones ganaderas en batería, también reduciría la emisión de metano y de gases de efecto invernadero”.

      Para concluir, añade: “La producción de carne in vitro con células madre, también llamada carne cultivada, es posiblemente una alternativa ecológica y sostenible respecto a los ciclos de crecimiento ineficaces del ganado”.

      Sin duda éste es el motivo por el que Sergey Brin, cofundador de Google, que está siempre a la vanguardia de la innovación, ya ha invertido importantes sumas de dinero para el desarrollo de este nuevo concepto de cultivo.

      De modo que no se extrañe, amigo lector, que si algún día comienza el bombardeo de información y, aunque al principio haya dudas y ciertas reticencias (“no será verdad…”, “no es posible…”),  en poco tiempo la gente termine por acostumbrase. Y finalmente llegará el día en que nuestros hijos o nietos ni siquiera se lo cuestionen, porque les dará exactamente igual de dónde ha salido la carne que hay dentro de su hamburguesa (...¡como de hecho ya les ocurre actualmente a muchos!).

      ¿Se apunta a las hamburguesas de laboratorio? ¿Estaría dispuesto a probarlas? ¿Qué le parecen estos nuevos alimentos de cultivo? Le invito a compartir su opinión con el resto de lectores de "Tener Salud", concluye Dupuis y en este "Foro Bioenergético", agregamos de nuestra parte, dejando un comentario en nuestro buzón. 


      En tanto recordemos a nuestros seguidores que ya hace unos años se publicó en diferentes medios periodísticos que una de las mas importantes cadenas de comida basura utilizaba carne artificial para la elaboración de sus hamburguesas. El revista que recogía la información proveniente de agencias norteamericanas de noticias era "Discovery Salud", y la cadena de hamburgueserías no era otra que Burger King.