DENUNCIAN UNA CAMPAÑA ORQUESTADA CONTRA LA HOMEOPATIA POR DETERMINADAS INDUSTRIAS FARMACEUTICAS
Rosa Montero, periodista y escritora ligada
históricamente a El País Semanal recibió un
contundente ataque por escribir un artículo contra la industria farmacéutica,
acusándola de manera bastante explícita de estar detrás del “machaque tan bien
orquestado y pertinaz” que en su opinión está sufriendo la homeopatía, a la que
califica de “práctica barata y desde luego inocua”. Esta era la tesis
principal, pero el artículo, (Consumidores engañados y
cautivos) comenzaba con una mención al ingeniero Norman Borlaug,
iniciador, escribe Montero, "de lo
que luego se denominaría la Revolución Verde, creando semillas transgénicas de
arroz, maíz, trigo y centeno". “Lo malo”, proseguía el artículo, “es que
el trigo y el centeno que comemos hoy vienen de ahí, y al parecer nuestro
cuerpo no termina de reconocer el gluten de esos cereales, creando cada día más
casos de intolerancia”. Pues bien, ni Borlaug creó las semillas transgénicas,
ni el gluten que ingerimos lo es.
Rosa Montero |
Dada la difusión de la publicacion, a mi buzón –responde
Rosa Montero- han llegado multitud de correos de portavoces de entidades
científicas, y de diversos lectores, en los que se subrayan los errores arriba
mencionados y se cuestiona la hipótesis respecto a los ataques contra la
homeopatía. Entre otros, me han escrito Víctor Sanguino, María del Mar Izquierdo,
Ángel Canal Alonso, del Departamento de Biología Celular y Patología de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, Óscar Calle Gutiérrez,
Omar Ballester González, Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para
Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, o Fernando Frías Ruiz.
El articulo ha provocado también una amplia reacción crítica en
Twitter. He decidido reproducir aquí la extensa carta que me ha enviado Alfonso
López Borgoñoz, presidente de la ARP Sociedad para el Avance del Pensamiento
Crítico, porque considero que resume en buena medida todas las críticas que ha
provocado el artículo.
LA REVOLUCION VERDE
“En primer lugar, la ‘revolución verde’ de los años 50, y la labor entonces de Norman E. Borlaug, es anterior a la existencia de los transgénicos”, escribe López Borgoñoz. “De hecho, ninguna de las especies que menciona la señora Montero permite adivinar a qué se refiere cuando habla de glútenes nuevos que, según dice, “nuestro cuerpo no termina de reconocer”. El gluten es una proteína que de forma natural tienen muchos cereales, y es la responsable de la textura esponjosa de la masa. Afortunadamente, nuestro cuerpo suele tolerar bien el gluten, con la excepción de las personas que padecen celiaquía”. Afirmar sentirse mejor por comer o dejar de comer ciertos alimentos es una experiencia anecdótica y muy personal que no sirve para emitir diagnósticos útiles para todo el mundo ni aporta soluciones a problemas complejos.
López Borgoñez añade: “Lo mismo sucede con el consumo de homeopatía.
La misma no es objeto solo de ataques recientes, sino que ha sido objeto de
refutaciones serias recogidas en la literatura científica desde hace muchas
décadas. Nuestra organización, con treinta años de existencia, lleva mucho
tiempo exponiendo públicamente el problema que supone esa homeopatía que se
introduce en las farmacias con una política agresiva de mercadotecnia. La
homeopatía, igual que otras prácticas pseudocientíficas, puede alejar a los
pacientes de los tratamientos que necesitan. Hemos visto recientemente su peor
cara en la muerte de un niño por las complicaciones de una otitis media sin
tratamiento médico, atendida solo mediante homeopatía, la cual carece, no solo
de efectos secundarios, sino de ningún efecto ni eficacia terapéutica, siendo
muy grave el abandono por su causa de terapias acreditadas basadas en productos
medicinales avalados por ensayos clínicos contrastados”.
ACTOS REPROCHABLES
Rosa Monero responde: “Me dicen que he cometido algunos errores en mi
artículo. Sin duda me equivoqué al decir que las semillas manipuladas por
Borlaug eran transgénicas, cuando solo eran híbridas. Podría poner excusas a mi
pifia, acumulación de viajes y trabajos, escritura del texto de madrugada en un
aeropuerto, pero lo cierto es que es un error y con eso basta. Lo lamento.
Todos nos equivocamos alguna vez; no es por desgracia el primer error en mis
más de cuarenta años de profesión, y aunque me gustaría que fuera el último y
siempre intento ser lo más rigurosa posible, eso es algo que nadie puede
asegurar. Pero querría hacer unas precisiones, porque creo que muchas cartas me
achacan cosas que no están en el texto.
CUATRO PUNTOS
Punto uno: No defiendo la homeopatía. Digo que, ‘La disolución de los supuestos principios homeopáticos es tan alta que parecería que los granos son simple azúcar’ y que: ‘Me parece bien advertir del peligro de usar solo homeopatía’.
Punto uno: No defiendo la homeopatía. Digo que, ‘La disolución de los supuestos principios homeopáticos es tan alta que parecería que los granos son simple azúcar’ y que: ‘Me parece bien advertir del peligro de usar solo homeopatía’.
Punto dos: el énfasis del artículo está en la furia de la repentina campaña
contra la homeopatía. Sí, cierto, siempre ha habido críticas contra esta
práctica, pero algo tan bien orquestado y generalizado como ahora, nunca, y, la
verdad, sigo sospechando que está costeada al menos en parte por los
laboratorios alopáticos y por razones comerciales.
Punto tres: lo siento, pero no uno, sino dos traumatólogos prestigiosos (cuyos
nombres callaré para que no los linchen) me han dicho que ‘no saben por qué’,
pero que dejar de comer gluten parece ayudar en ciertos casos de inflamaciones
crónicas. Quién sabe, quizá esas semillas híbridas resulten en ocasiones más
indigestas: ¿alguien lo ha estudiado para poder decir si es así o no? De hecho,
otra de las cosas que denunciaba el artículo era la escasez de estudios fiables
e independientes.
Y punto cuatro, la furia de las reacciones en contra de mi artículo, aparte de la
metedura de pata de los transgénicos (pido perdón por ello) me hace reflexionar
una vez más sobre el poder de los laboratorios”.
“Ninguna de las cartas que han llegado a mi
buzón puede calificarse de furiosa. Hay que entender, no obstante, que, como
señala una de las lectoras que me han escrito, El País Semanal ofrece una tribuna privilegiada a
los columnistas para expresar la propia opinión, pero esa misma posición
excepcional multiplica el impacto de los errores y, sobre todo, de las
hipótesis que se defienden en ella”, concluye la periodista y escritora Rosa
Montero.
Desde estas paginas vamos a decir que no creemos necesario agregar ni una sola línea argumental, fundamentalmente por estar totalmente de acuerdo con la escritora y su articulo, asi como lamentamos el posicionamiento de algunos industriales farmacéuticos que, curiosamente, al menos algunos de ellos, ya estan preparando sus instalaciones para la fabricación de homeopatia puesto que estos si que ven un negocio en esa actividad y no un campo cientifico a investigar en bien de la humanidad.
Tal como ocurre con el cáncer, todos dispuestos a investigar sobre paliativos pero no a poner toda la inversion en investigar la causa: dejaria de ser negocio.